Jardines del Campo del moro |
La plaza de oriente, con su olor a boj, sus estatuas de los reyes godos y el balcón desde el que Franco daba sus alocuciones. La Puerta del Sol atestada de gente, con su cartel de Tio Pepe. La plaza Mayor, señorial, lamentablemente en obras, la Plaza de la Villa, el convento de Las Descalzas, etc etc.
Los teatros y espectáculos, y las diferentes gentes que acuden a ellos.
Incluso he encontrado cierto encanto en los mendigos, con cierto aire galdosiano.
Además la intendencia está bien resuelta. Los hoteles son buenos y se come bien en casi cualquier sitio. La atención en los locales es muy buena y hay un ambiente muy animado a cualquier hora.
En el hotel en que me he alojado, había grupos de chilenos y japoneses. Todos estaban encantados con la ciudad.
La guía del grupo de chilenos, les daba explicaciones en el lobby sobre la excursión del día siguiente a Toledo. Cuando terminó les dijo:
- Y mejor paguenmé ahora la excursión, y llévense poco dinero mañana, para que no les roben.
Lo dicho, como cuando teníamos un imperio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario