Pilatos le preguntó: ¿No hay, pues, verdad sobre esta tierra?
Y Jesús dijo: Mira cómo los que manifiestan la verdad sobre la tierra son juzgados por los que tienen poder sobre la tierra.

jueves, 27 de marzo de 2014

Cataluña. ¿Necesitamos la independencia?

Este panfleto es real. Probablemente alguien que viva fuera no lo crea, pero es real.
 
¿Y las vírgenes? ¿No nos van a prometer un ciento de ellas?
Siempre ha habido independentistas en Cataluña. Personas convencidas de que viven en un país invadido, sin libertad, a los que se impone diariamente una lengua, una cultura, unos medios de comunicación y una organización política que les es ajena. Colonizados y alienados.
Es el único tema que tienen siempre en la boca. El nacionalismo catalán es el líquido en el que están bañados todos sus pensamientos y razonamientos. Son, además, como todos los convencidos de cualquier causa, muy activos socialmente.

Yo cifraba su número entre un 10 o un 20 por ciento de la población. Es una estimación mía sin ningún valor, a ojo cubero, y solo según mi experiencia.

Pues resulta que en los últimos años, están consiguiendo llevar a su terreno a una parte muy importante de la población, vendiendo el nacionalismo como la panacea para todos los problemas. Tengamos un pais propio y seremos todos felices. Y ha calado. 

En Cataluña, ser nacionalista "mola". 

Yo solo quiero aportar tres cosas a este respecto:

- Barcelona, que es donde yo vivo, sigue siendo una ciudad en la que es agradable vivir.
- Como decía Juan Marse, no me gusta la nueva patria que nos están preparando nuestros dirigentes.
- Esto acabará mal. En las sociedades humanas avanza la tecnología, pero no los comportamientos y las pasiones. 

Le llamamos nacionalismo, y es el tribalismo de siempre.