Pilatos le preguntó: ¿No hay, pues, verdad sobre esta tierra?
Y Jesús dijo: Mira cómo los que manifiestan la verdad sobre la tierra son juzgados por los que tienen poder sobre la tierra.

viernes, 28 de junio de 2013

El olor de las rosas

Cuando yo era chico, había en Zaragoza una carreterilla que seguía el curso del ferrocarril. Entre la carretera y la vía el terreno era de Renfe, y la empresa lo tenía parcelado y cedido a los trabajadores, que se hacían allí un pequeño huerto. En general, los ferroviarios no eran malos hortelanos.

La carretera no tenía transito de vehículos, entre otras cosas porque entonces había muy pocos, y los vecinos paseabamos por ella.

Recuerdo de aquellos huertos que muchos de ellos tenían rosales, y el olor en primavera era espectacular.
Era una variedad de rosas de flor aplastada y densa en pétalos.
La flor era bonita pero el aroma....Aaaah el aroma.

Con el tiempo, aquellas variedades de rosal han caido en desuso.

Ahora proliferan las rosas para flor cortada. De estructura cilíndrica, tallo largo y color vivo; rojos aterciopelados, amarillos brillantes... e insulsas. Incluso las que se afirman "de olor".
Nos costará encontrar en los comercios del ramo alguna variedad antigua realmente olorosa. 

Por eso me ha sorprendido en un viaje reciente a Omán, encontrar un lugar donde las rosas son lo que eran aquí (en España) hace 40 años. Se trata de la Montaña Verde    الجبل الأخضر  , una reserva natural donde la lluvia que cae a lo largo del año, permite a los lugareños cultivar hortalizas, granados, y sobre todo unos magníficos rosales con los que elaboran auténtica agua de rosas.


No se si la foto da fe de la belleza del lugar. A mí me gusta.

martes, 25 de junio de 2013

Hace años que no veía tantas amapolas




Antaño, los campos de cereales se plagaban de amapolas y tomaban el colorido aspecto que vemos en los cuadros de los impresionistas.
El uso de herbicidas y las sequías las habían diezmado. Siempre quedaba algún retazo colorido en las cunetas de las carreteras y en los taludes de las autopistas en primavera, pero no como en el cuadro de Monet.

Pero este año no. Si bien las mieses mantienen su color homogeneo, las amapolas inundan baldíos, ribazos, barrancos y algún corro cultivado "falto de química".
Supongo que como consecuencia de la lluvia caída, que ha sido excepcional.

La amapola es una planta anual. Nace con las lluvias de otoño, florece en primavera y muere en verano. Mas o menos pronto según la altitud y la climatología. Los herbicidas son especialmente severos con ella.

Dicen que tanto los pétalos como las semillas tienen propiedades sedantes y antitúsivas.
Los pétalos hay que recolectarlos por la mañana y dejarlos secar. Los guardaremos una vez secos en un frasco, y podremos utilizarlos en infusión. Para cada taza, bastará una cucharadita de hojas.
Las cápsulas con las semillas deben recogerse ántes de que se sequen y se hace cocimiento de dos o tres capsulas en un vaso de agua durante cinco minutos. Dice Font Quer que puede darse a los niños con tos 3 ó 4 cucharadas antes de acostarse para combatirla.

En mi opinión, la infusión vale la pena probarla. De hecho hay infusiones comerciales que llevan pétalos de amapola. En cuanto a su uso como antitúsivo, si tu hijo tiene tos, llévalo al médico y déjate de tonterías.



Por último, un juego infantil que se ha perdido. Abrir los capullos de amapola intentando adivinar si saldrá "monja" (los pétalos son blancos) o "fraile" (los pétalos son rojos).
 Los pétalos se vuelven rojos dentro del capullo cuando está a punto de abrirse, hasta entonces son blancos.

No se lo que opinará la conferencia episcopal sobre el jueguecito. Imagino que no les habrá dolido que se pierda.


viernes, 7 de junio de 2013

Elogio del ajo


España huele a ajo.
Fue lo que dijo Victoria Beckam en cierta ocasión. Era la época de las vacas gordas, del milagro español, de la prosperidad, y la Sra. Beckam y su marido eran el paradigma de lo cool.
Nunca he tenido un gran olfato, y no había reparado en que España oliese a ajo, pero si lo dice alguien tan preparado será verdad.
A mi los paises que he conocido no me han olido a nada en concreto. Desde luego no un pais entero.

El ajo, Allium sativum, mientras no le hacemos nada apenas huele. Pero al trocearlo o machacarlo tiene un componente, la aliina (un sulfóxido) que se convierte en alicina, que sí  huele.
Cuando nos lo comemos, la alicina desarrolla en el cuerpo un compuesto, el metilmercaptano, que según los entendidos en olores es una de las peores sensaciones que podemos llevarnos a las narices. 
El olor de los "mercaptanos" es el olor de la descomposición de los cadáveres, o el que le ponen al gas canalizado para que se detecten rapidamente las fugas. Un pestazo.
Y lo peor es que no solo afecta al aliento, tambien a la orina y al sudor.

He encontrado un estudio que afirma que podemos combatir el olor a ajo tomando leche:

En pruebas realizadas con dientes de ajo crudos y cocinados, la leche “redujo significativamente” las concentraciones de las sustancias químicas que dan al ajo su sabor y aroma de larga duración. De acuerdo a los resultados del estudio, publicados en la edición de agosto de «Journal of Food Science», beber un vaso de 200 mililitros de leche puede reducir la presencia de metilo alílico en la respiración en un 50 por ciento.
Además durante las pruebas con voluntarios se comprobó que la leche entera proporciona mejores resultados que la desnatada, por lo que los investigadores creen que la grasa suprime las propiedades sulfurosas del ajo. Para optimizar las propiedades desodorantes, los científicos recomiendan beber la leche durante la comida y no después.

Fuente: http://www.abc.es/20100831/sociedad/leche-aliento-201008311049.html
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Dicho esto, aquí acaban los inconvenientes del ajo. Todo lo demás son ventajas.

A saber:
  • Es hipotensor, baja la presión arterial.
  • Es antifúngico, mata los hongos de la piel, especialmente las Cándidas.
  • Es antibiotico, combate bacterias como la Escherichia coli, o la Vibrio Cholerae, que produce el cólera.
  • Tambien es bueno contra la úlcera de estómago porque mata la bacteria Helicobacter pílori.
  • Combate las lombrices intestinales en los niños.
  • Es rico en magnesio, vitamina B6, vitamina C y selenio.
Incluso hay quien afirma que reduce el riesgo de cáncer, pero esto es mucho decir.

El cultivo del ajo, es sencillo. Se siembra en otoño, tradicionalmente por todos los santos (1 de noviembre), y puede ponerse en secano y en regadío. El ajo de secano es mejor.
Mi padre sembraba ajos en un rincon de la viña. Compraba el ajo de siembra en cabezas y sembraba los dientes exteriores de la cabeza, los mas grandes, manteniendo el espacio entre ellos como se hace habitualmente. Los dientes mas pequeños de la cabeza, los que quedan hacia el interior, los sembraba a voleo en un surco bastante profundos, y cuando crecían los recogía para ajos tiernos. Como se han sembrado hondos, tienen un tallo blanco y tierno.

TRUCO: Cuando los ajos que tenemos guardados en casa germinan, una buena idea es plantarlos densos en una maceta o jardinera y regarlos. En poco tiempo y sin esfuerzo podremos aprovecharlos como ajetes tiernos.

Ojo al comprar los ajos.
Hay ajos blancos y morados, y luego está la procedencia.
El mejor, el ajo morado español, y si puede ser de Las Pedroñeras (Cuenca).
 ¡ Que no nos cuelen ajos chinos !.


Podemos informarnos en el siguiente enlace:    http://www.igpajomorado.es/default.aspx

La literatura sobre el ajo es extensísima. Font Quer  recoge la siguiente preparación como hipotensor:

PREPARACIÓN DE TINTURA DE AJO PARA LA PRESIÓN ARTERIAL

Si repugna tomar ajos al natural, cuando se trata de aminorar la presión sanguinea se hace uso de la tintura, que se prepara con 200 grs. de dientes de ajo, cortados a pedacitos y 1litro de espíritu de vino. Se dejan en maceración, en una botella bien tapada, durante 10 días, removiéndola suavemente todos los días, pasados los cuales se cuela el líquido a traves de un lienzo, se exprime bien el residuo y luego se filtra. Resulta un líquido de color ambarino y con intenso olor a ajos, que hay que conservar bien tapado y en sitio fresco.
Tomar de 20 a 30 gotas con un poco de agua o de vino, antes de las comidas principales.