Pilatos le preguntó: ¿No hay, pues, verdad sobre esta tierra?
Y Jesús dijo: Mira cómo los que manifiestan la verdad sobre la tierra son juzgados por los que tienen poder sobre la tierra.

lunes, 8 de julio de 2013

Sindbad el marino.

He releido las aventuras de mi tocayo Sindbad el Marino y creo que me ha gustado más que cuando lo leí la primera vez.
La edición, cuya imagen pongo aquí, es francamente buena. En todos los sentidos. Texto, traducción, impresión etc. La introducción del autor, René R. Khawam, es excelente. 
Desmerece el texto de la contraportada, cuyo autor no se si ha leido el libro.


Parece ser que estas historias de Sindbad, originalmente no pertenecían a las "Mil y una noches", pero fueron incorporadas a raiz de la traducción al francés que hizo Antoine_Galland   procedente de textos orientales, a principios del S XVIII.
Por cierto, hay una edición de las 1001 noches del mismo autor (Khawam), mucho mas fiel a los textos antiguos y sin las aventuras de Sindbad. La tengo pendiente.

Algunas reflexiones sobre el texto:
  • Está ambientado en la época del Califa Harun el Rashid, S IX. Cuando Bagdad era el centro del mundo civilizado y extendía su cultura y su religión, basicamente por medio del comercio.
  • Sindbad es un tipo de heroe nuevo. Es un mercader y sólo un mercader. Ni es valiente ni traza complejos planes. Sale como puede de los problemas. A menudo gracias a la suerte. Cuando en alguna aventura tiene que matar a alguien lo hace a traición.
  • Es tan marino como yo, que soy de secano. Cuando se embarca lo hace siempre como pasajero en un barco que lleva su tripulación y su capitán. El va de pasajero. Lleva sus mercancías y se dedica a negociar con ellas de puerto en puerto.
  • En realidad lo de marino es una broma. El libro debiera titularse Sindbad el naúfrago. Porque pasa mas tiempo naufragado que navegando. El relato de sus siete viajes, es el relato de sus siete naufragios. 
  • Sorprende el respeto exquisito de aquellas gentes por la propiedad privada. Cuando desaparece en el mar un mercader, sus compañeros y el capitán del barco guardarán sus pertenencias hasta entregarlas al dueño si aparece, o en su caso a su familia.
 En resumen. Recomendable.

Tiene el sabor de las aventuras antiguas. Cuando el mundo era inabarcable y podías encontrarte en él cualquier cosa inimaginable.

No como ahora, que vayas donde vayas está lleno de Starbucks, McDonalds y Zaras.


martes, 2 de julio de 2013

Quitar una aceituna de cada ensalada.

Es el ejemplo machacón de buena gestión que se da en muchas ponencias y presentaciones en las empresas. Sí, esas sesiones en las que un directivo exhibe su capacidad y su sabiduría ante sus subordinados.

Dudaba yo si sería una leyenda urbana, pero parece que no. El padre del asunto fue Bob Crandall que fuera presidente de American Airlines hasta 1998. Quitando una aceituna de cada ensalada ahorró 40000$.

El resumen de su gestión esta en la pagina web de la IATA, y por supuesto incluye la historia de la aceituna.

http://www.iata.org/publications/airlines-international/april-2012/Pages/crandall.aspx

El señor en cuestión, que ya es un abuelito, tiene un blog que podemos visitar en :

http://www.bobcrandallthinks.blogspot.com.es/    aunque claro, no es tan ameno como el mío.


Tomado de la página de American Airlines en Facebook
Tooodas las empresas consideran que quitar una oliva del producto final es la mejor idea para mejorar resultados. Las panaderías reducen el peso de la barra de pan, los supermercados dejan de "regalar" las bolsas de plástico, los bancos te cobran por enviarte la correspondencia (si solo fuera eso...) etc. etc.

Pues resulta que no han captado el concepto. Porque la idea fundamental es que hay que hacerlo sin que el cliente lo note.
Cuando el cliente se da cuenta de que "hay una oliva menos", nos arriesgamos a que cambie su percepción de la empresa y del producto, y a perder empatía con él.

¿Podemos permitirnoslo? Pues todas las empresas piensan que sí, y se equivocan.
Se gastan millones en publicidad intentando mejorar su imagen y ganar cercanía con el cliente y luego la cagan por no querer darle una bolsa de plástico, por ejemplo.

Voy a recordar aquí que desconocemos cual es la clave del éxito en las ventas. Hay campañas que salen bien y otras que no, y no lo sabemos a priori.

Todo esto viene a cuento de que he pasado por mi agencia de viajes de confianza, y hasta ahora siempre tenían un pequeño detalle. Unas mochilas, una guía del destino... Pues ellos tambien han decidido quitar la oliva, y yo he decidido replantearme que sea mi agencia "de confianza".

En otro orden de cosas y con respecto a American Airlines, solo he viajado una vez con ellos, en clase turista claro. Fue de Londres a Miami, y me sentí bien tratado. El avión era razonablemente cómodo y el catering correcto. Nada que ver con esos airbus 340 que hacen vuelos transoceanicos como latas de sardinas, y en los que si te toca un asiento central estás perdido.
Tampoco eché de menos ninguna oliva.