Recientemente he estado en Irán, y la foto siguiente está tomada en los soportales de la famosísima plaza del Imam Jomeini ( plaza Naqsh-e Yahan) en Isfahan.
Sí es un Starbucks.
No entré en Starbucks, pero sí que comí una pizza en un "Pizza Hut" en Shiraz, un poco por variar del tipo de alimentación iraní. Y estaba bastante bien hecha. (No soy un gourmet).
En lo que respecta a la globalización, el mundo de las plantas fue un precursor. Tuvo su auge en la época de los viajes de descubrimiento, siglos XVII y XVIII, en que los botánicos se afanaban en traer especies exóticas a occidente y aclimatarlas. Pero ya antes se habían transportado las plantas, desde la época de los romanos y los árabes hasta el descubrimiento de América.
Si hago un recorrido por las plantas que cultivo, el porcentaje de especie autóctonas es mínimo.
Disponer de plantas de lugares exoticos en nuestros balcones y terrazas, o de comidas exóticas en nuestros supermercados, son dos de los aspectos positivos de la globalización.
El problema aparece cuando lo que traes procedente de otro lugar, anula y sustituye a lo que tu tienes, o altera significativamente el entorno, transformándolo.
Es el caso de las especies infestantes. Plantas como la uña de gato (Carpobrotus) o el eucalipto, animales como el mejillon cebra, el cangrejo americano, o el caracol manzana, por no hablar de plagas y enfermedades.
Vaya, que no hay nada bueno ni malo. Solo es cuestión de dosis. Y que la peor parte de la globalización se la llevan los paises pobres.
Por lo demás, Iran es un pais maravilloso y muy acogedor. Lo recomiendo.
Adjunto un fondo de pantalla en 1920x1080 de la mezquita de Loft Allah.
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