Costumbres raras

Recientemente he visitado la casa de Rembrandt, en Amsterdam. Alberga cantidad de obras de arte, pero para mí, lo mas atractivo es que la conservan como debió estar cuando la ocupaba el pintor, en el S XVII.
Con la entrada te proporcionan un audífono (los hay en todas las lenguas) que te da magníficas explicaciones de cada punto de interés.

La cocina de la casa de Rembrandt

El primero de ellos es la cocina. En ella hay una fuente para sacar agua y un armario-cama, entre otras cosas.
Resulta que según cuenta el audífono, en el S XVII los holandeses no bebían agua, que mayormente no era potable, sino cerveza. Dicen que con poco grado alcohólico (¿tambien los niños?).  Con respecto a la cama, que no tendrá mas de un metro y algo, aquí el audífono asegura que jamás dormían estirados porque pensaban que en ese caso llegaría demasiada sangre al cerebro y moririan.  Hay en la casa alguna cama más, del mismo tipo.

Aquí dormía la criada. Recostada, no estirada.

Con el asunto de la globalización, los medios de comunicación, internet, Hollywood etc., se va perdiendo lo de las costumbres raras. Vayas donde vayas, casi todo el mundo vive de la misma manera.

Me viene a la cabeza el relato que hizo Herodoto, el historiador griego, de como vivían los egipcios en el siglo V antes de Cristo:

Los egipcios, con su clima particular y su río, han establecido en casi todas las cosas, leyes y costumbres contrarias a las de los demás hombres. Allí son las mujeres las que compran y trafican, y los hombres se quedan en casa y tejen. Los hombres llevan la carga sobre la cabeza y las mujeres sobre los hombros. Las mujeres orinan de pie, y los hombres sentados. Hacen sus necesidades en casa y comen fuera, por las calles, dando por razón que lo indecoroso debe hacerse a escondidas, y lo no indecoroso a las claras.

Entre los demás pueblos es costumbre, en caso de duelo, cortarse el cabello los mas allegados al difunto; los egipcios, cuando hay una muerte se dejan crecer el cabello en cabeza y barba, mientras hasta entonces se rapaban.

Los demás hombres viven separados de los animales, los egipcios viven junto con ellos. Los demás hombres dejan su miembro viril tal como nació, pero ellos se circuncidan. Los hombres usan cada uno dos vestidos y las mujeres uno solo. Etc. etc. etc

Herodoto presuntamente viajó a Egipto, Mesopotamia y Fenicia, en una época en que los viajes no se hacían por agencia. Además le cupo el honor de conocer y tratar a gentes como Pericles, Sófocles, Protágoras y muchos otros. Dicen las fuentes que nació en el 480 a.c., el año de la batalla de las Termópilas. (Sí, la de la película 300).
Nos dejó un relato genial del mundo entonces conocido, y desde el punto de vista de un hombre como nosotros. Evidentemente no tiene el rigor que exigiríamos a un geógrafo o un historiador moderno, pero nos permite viajar en el tiempo a aquel siglo convulso y épico. Además se lee con facilidad.

Herodoto: Los nueve libros de la historia.
Yo lo tengo en una edición de Lumen de 1981. Me lo regaló una persona que quiero.