El té de roca crece espontaneamente entre las grietas de los macizos rocosos de casi toda la península ibérica, especialmente sobre calizas. Es inconfundible, aparte de por su apariencia, por su olor como a limón dulzón, y por su tacto pegajoso. Florece en verano mas pronto o mas tarde en función de la altitud, y las fotos que adjunto las he tomado este mes de julio, en que he estado aprovisionandome.
IMPORTANTE: La presencia de la tijera en las fotos no es casual. Hay que cortarlo, no arrancarlo.
Se cortan los tallos con las cabezuelas, unos 4 ó 5 cms, antes de que se abran las flores. Es importante dejar alguna flor, y sobre todo no dañar la cepa, de la que la planta rebrota un año tras otro.
Una vez recolectado se pone a secar |
Pondremos en infusión una ramita por cada taza de té. Puede utilizarse fresco o seco. Si lo dejamos secar tal como se vé en la foto, en un par de días se abren las flores, y en cuatro o cinco días ya podemos guardarlo en un frasco cerrado para su uso futuro.
En pocos dias está seco, lo guardamos en un frasco de cristal. |
Dicen que tiene propiedades como digestivo. En cualquier caso es una excelente infusión.