En la foto un ejemplar de benjamina posando en mi terraza.
Con frecuencia suelo ver ejemplares de ficus benjamina en condiciones lamentables, y es dificil de entender porque se trata de una planta muy agradecida y facil de mantener.
Aunque lo cultivamos en maceta se trata de un arbol de gran porte, podemos ver ejemplares descomunales por ejemplo en Canarias.
El Ficus benjamina recibe este nombre por el pequeño tamaño de las hojas.
Detalle de las hojas
Para tenerlo en casa, hay que darle las mejores condiciones posibles.
- Luz abundante, pero no exposición directa al sol durante horas. Se abrasará.
- Riego moderado. Es resistente a la sequía aunque sufra, en cambio si lo tenemos encharcado se pudre y eso no tiene arreglo. Nada de platos con agua bajo la maceta. Intentar no regarlo con aguas muy calcareas. Si la tierra superficial se blanquea por la presencia de calcio y otras sales, sustituirla por tierra fresca.
- Temperatura: Si está en exterior hay que protegerlo cuando haya menos de unos 10 grados. En interiores no hay problema de frío, pero si lo ponemos junto a un radiador nos lo cargaremos.
- Se conforma con un tiesto no muy grande, no es necesario trasplantarlo con frecuencia. Tampoco necesitará mucho abono.
- Enfermedades: Si vemos las hojas o el suelo sucios y/o ennegrecidos por una sustancia pegajosa, en el envés de las hojas y en los tallos habrá cochinillas. Son insectos cuya hembra queda pegada a la planta chupando la savia, y el excremento es esa melaza pringosa. La cochinilla tiene forma de pequeño escudo. Hay que fumigar con un insecticida para cochinillas, hay muchos y buenos.
Si vemos hojas enrolladas sobre el nervio central, puede ser una plaga de áfidos. Si no está muy extendida bastará con quitar las hojas afectadas.
En el mediterraneo será feliz en cualquier patio luminoso o en una terraza con orientación norte o este.
¡ Atencion, truco ! : Ahora es una buena época para recortarle las ramas en aproximadamente un tercio de su longitud. Con ello evitaremos que al acabar el invierno pierda las hojas y queden ramas largas con solo un penacho verde en su extremo. Si ponemos en un jarrón con agua los recortes que hemos quitado, y cambiamos el agua cada 3 ó 4 dias, en un par de semanas echarán raices, y podremos plantarlos en tierra. La familia de los ficus es de mucha enjundia en el mundo de la botánica. Parientes ilustres son:
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Ficus elástica, de cuya savia se extraia el latex, y tratandolo con fósforo la goma. Por ejemplo para hacer neumáticos.
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Ficus carica. La higuera tradicional, que da higos y brevas (cuando quiere) y a cuya sombra la loba amamantó a Romulo y Remo, que fué maldecida por Jesucristo y en la que se ahorcó Judas. (Vaya curriculum).
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Ficus religiosa, clasificado así porque bajo un ejemplar de esta especie en Ceilán, alcanzo buda la iluminación.
Por último la flor de los ficus no es aparente. Linneo clasificó la higuera como una planta criptógama, sin flor. Y es que ésta queda oculta en un microhigo, que luego dará origen al fruto (Infrutescencia), el sicono, otra rareza en el mundo vegetal.