"La Gloria" era una señora mayor, al menos a mis ojos de niño. Y gorda, muy gorda. Siempre estaba sentada en un taburete bajo, en un rincón de su tienda.
A mí las chucherías nunca me han gustado, pero en el variopinto tenderete de la Gloria habitaba esa parte de la felicidad que se puede comprar con dinero. A saber:
- Las cebolletas y los pepinillos en vinagre que medio flotaban en cubetas.
- Los Monta-Plex; diminutos juguetes para ensamblar que venían dentro de una bolsa. Eran un desafío, el antecedente de los huevos kinder. El problema era que valían 2 pesetas y yo no era tan rico.
- Los tebeos para cambiar. Tu llevabas tu tebeo y por una perra gorda podías cambiarlo por otro que elegías de entre un montón.
Eran viejos y estaban hechos polvo, pero eran los únicos a mi alcance.
Un día, algo más mayor y con 6 pesetas en el bolsillo, me compré un Mortadelo nuevo en un kiosko del centro. ¡Un Mortadelo nuevo!
Mi madre no lo entendió. Con aquellas 6 pesetas, según ella podía haber leído docenas de tebeos de la Gloria. Lo pasé mal, tuve mala conciencia. ¿Había malgastado mi capital?
Aquel Mortadelo fue mi tesoro durante mucho tiempo. ¡Ríete tu del anillo de Gollum!
Así, aprendí a leer yo. Con los tebeos.
Lo bueno es que medio siglo después, he podido acceder a aquellas joyas y a muchas más, gracias a internet, el tablet y los programas de lectura de archivos cbr y cbz. Y no me han defraudado en absoluto.
Los personajes de Bruguera, el Capitán Trueno, el Jabato, Barbarroja... Todos conservan su magia.
Por supuesto tengo muchos en papel, en especial clásicos como Tintín, Asterix, Iznogud etc. Porque además en papel tienes la sensación física de poseerlo y la lectura es otra cosa.
El 17 de marzo, está declarado en España como "Día del Comic" y hay bastantes actividades relacionadas en muchas instituciones, exposiciones, bibliotecas, filmoteca etc.
Por cierto, "TEBEO" es una palabra muy bonita. Mejor tebeo que comic.
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